EL GUÍA


Juan Luis Plaza Gómez

El grito del arrendajo siempre asusta a los excursionistas. Grave, bronco y por sorpresa, se expande entre pinos y quejigos. Los agranda, los retuerce y consigue que, la poca luz que penetra entre sus copas, les dé un aire tenebroso. Entonces aprovecho yo para lanzar mis historias de miedo. Intensifico la profundidad de mi voz,  detengo su cadencia; Esto provoca su silencio, entrecorta sus respiraciones, eriza los poros de su piel. Entonces cada sombra cobra sospecha; cualquier rama quebrada produce sobresaltos; la brisa en las ramas simula lamentos; el sonido sus propias pisadas les acobarda. Siembro semillas de espanto a medida que avanzamos. Leyendas de niños desaparecidos, de lobos hambrientos, de jóvenes torturadas. Les hablo de espíritus de represaliados que fueron enterrados en la espesura del bosque, de asesinos que se esconden allí de la justicia. Les cuento que hay brujas ocultas, duendes burlones, que cientos de ojos nos observan. El camino se estrecha cada vez más y la vegetación se agranda. Hacemos un alto, les miro. Les digo que falta uno, que me esperen allí, que no se muevan, que no separen, que vuelvo enseguida. Y mientras me alejo, el olor a pánico que desprenden estimula mi hocico.

3 comentarios:

  1. Malvado y genial. Enhorabuena!
    mara_mn

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Al Ambike!!!! Un placer participar en el concurso de la asociación Félix de Martino.

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    2. Muchas gracias Al Ambike!!!! Un placer participar en el concurso de la asociación Félix de Martino.

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